De la noche a la mañana, se posan sobre mi ventana todas sus gotas y bajan corriendo, como si pelearan por ver quien es la primera en llegar al final del cristal . Algunas se posan en las ventanas, otras en las hojas de los arboles, otras en las farolas y otras se estampan contra el suelo dejando así puntitos que oscurecen el color del asfalto . Algunas son grandes otras pequeñas, al fin y al cabo sean como sean y acaben donde acaben todas son gotas, gotas de lluvia . Tras la tormenta con su frió aliento otoñal, se acunan en las calles , en un suave baile entre los brazos del aire. Sin saber como ni porque observo todas y cada una de ellas caer y mojar las calles , los arboles y lo que es más extraño …sonrío al verlas. La lluvia me hace sentir unos ojos claros clavados en mi, una melena rubia que sin paraguas encima se deja empapar por esas numerosas gotas que me mantienen alejada de la realidad . Unos brazos pálidos a los que el sol todavía no ha dado color me abrazan y la humedad se convierte en una presencia que me da calor , que me hace sentir diferente . Es tiempo de lluvia, tiempo de amarse a media voz, de oír de nuevo el tic tac del reloj, es tiempo de lluvia, de vivir de beso en beso, entre paredes de yeso, y dejar los días correr. Sin mañana y sin ayer, sin espacio ,sin tiempo. Es tiempo de lluvia, ven y siéntate. Siente mis dedos recorrer cada centímetro de tu cuerpo. Siente mis labios rozando los tuyos . Abrázame como si fuera el ultimo día que podrías hacerlo y sobre todo , quiéreme como nunca has querido ni querrás a nadie . Es tiempo de lluvia, haz que nunca deje de serlo.
