Buona vita

Ya han pasado dos años desde que le perdí. 731 días sin él. Sin su risa, su alegría, sus abrazos, su buen humor, su cariño y sus consejos. Hace dos años sentí que me arrancaban la mitad de mi, pero también supe que era lo mejor para él. 

Han sido muchos días recordándole, pensando en si estaría orgulloso de mi,teniéndole en mente en cada decisión que tomo.

A poca gente la he llegado a querer tanto como a él, y no creo que consiga querer de la misma manera a mucha más gente.

De ese día tan nefasto, tengo un buen recuerdo por así llamarlo. 

Recuerdo salir corriendo de casa, bajar la cuesta y verle, echarme a llorar y que me abrazase. Recuerdo que no podía soltarme de él, le necesitaba. En ese momento, solo él podía conseguir lo que consiguió. Hacerme reír. Nunca imaginé que ese día conseguiría sonreír y reír. 

También tengo otro recuerdo, en el que soñé con quién perdí hace dos años. Soñé tenerle al lado, y me desperté como si me lo hubiesen vuelto a quitar de repente. 

Y sabéis que? Que él también estaba ahí en ese momento, conmigo sentados en el balcón. Ese día no me entendió como me hubiese gustado, pero estuvo ahí, y en cierta manera, me vale.

Han pasado dos años en los que he evolucionado como persona, y ojalá él estaría para verme, sé que seguiría con la misma sonrisa y los mismos abrazos esperando entrar en casa para comer. Como me gustaba estar con él, y cuanto le echo de menos.

Pero le prometí que tendría una buena vida, y eso voy a hacer. Quedarme con todo lo bueno. 

Por eso sigo escribiendo aquí, y por eso aún me acuerdo de él.